El
miércoles fue una larga jornada de lucha para los compañeros y compañeras de
las distintas organizaciones sociales, políticas y gremiales que integran el
Espacio Amplio de la CTA de Lomas de Zamora, en un marco de reclamos contra la
precarización laboral en general y para que la inflación y los ajustes no
recaigan, una vez más, sobre las espaldas de los trabajadores y trabajadoras.
Por
la mañana se concentraron junto a otras agrupaciones frente al palacio comunal
y al Instituto Municipal de la Producción, el Trabajo y el Comercio Exterior
(IMPTCE), mientras que por la tarde participaron de la multitudinaria marcha
convocada por la CTA Nacional que conduce Pablo Micheli, la cual comenzó en el
obelisco porteño y desembocó en el Ministerio de Trabajo de la Nación.
Los
puntos principales que se plantearon durante la primera actividad fueron:
reincorporación de todos los trabajadores despedidos del Municipio de Lomas de
Zamora, entre ellos los tres del IMPTCE que reclamaban el cobro de sus sueldos
en fecha; 200 cargos para cubrir el faltante de auxiliares en las escuelas y
comedores del distrito; no al fraude laboral, los contratos basura y la
precarización en los estados municipal, provincial y municipal y en el sector
privado; desprocesamiento de todos los luchadores populares; doble aguinaldo;
reapertura de paritarias; inicio inmediato de las obras necesarias para superar
la crisis hídrica en el distrito y para generar puestos de trabajo genuino en ese
proyecto.
Estuvieron
presentes también Fundación Che Pibe, Foro Hídrico de Lomas de Zamora, ATE Sur,
Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Construcción (SITRAIC),
Rompiendo Cadenas, Frente Popular Darío Santillán, Agrupación Barrial Víctor Choque,
Judiciales, Agrupación Naranja de SITRAIC, Movimiento Teresa Rodríguez
(MTR)-Fogoneros, Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR), Movimiento por
la Unidad Latinoamericana y el Cambio Social (MULCS), Nuevo MAS, Partido
Obrero, Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), Colectivo Socialista
(CS) y Partido Revolucionario Marxista-Leninista (PRML).
A
partir de las cinco de la tarde, la vieja y querida bandera del Espacio Amplio
se desplegó en el medio de una gran columna formada por espacios gremiales,
estudiantiles, de jubilados y pensionados, de niñez y adolescencia, que
llegaron hasta el obelisco y marcharon por la avenida Corrientes. Algo que
sobresalió durante la caminata fue la bandera que extendieron los chiquitos de
la Fundación Che Pibe, de Villa Fiorito, con la ya tradicional leyenda “el
hambre es un crimen”.
Después
la multitud continuó por la avenida Leandro N. Alem y terminó frente a la
cartera laboral. Allí se había montado un escenario desde donde referentes de
los espacios presentes dirigieron algunas palabras.
En
esta oportunidad, el objetivo fue exigir la urgente reapertura de paritarias;
el pago de 2000 pesos de emergencia para los trabajadores y las trabajadoras de
todo el país, a fin de que puedan paliar los efectos del ajuste y la inflación;
82 por ciento móvil para los jubilados; 7000 pesos de salario mínimo, vital y
móvil; planes sociales iguales a la canasta básica; abolición del impuesto a
las ganancias; rechazo a la reforma del Código Civil; derogación de la ley
antiterrorista y fin de la criminalización de la protesta social. También hubo
consignas contra la multinacional Monsanto, que viene a hacer negocios a
nuestro país imponiendo la destrucción de nuestras tierras con la soja, el maíz
transgénico, la fumigación con agrotóxicos, la persecución a los pueblos
originarios y a las asambleas que dan una dura pelea contra semejante monstruo.
El
acto finalizó con el discurso de Pablo Micheli, quien destacó la gran adhesión
que se manifestó a través de las redes sociales con respecto a la convocatoria:
“Cada vez la gente quiere luchar más, es mentira que no hay ánimo de lucha”, y
agregó que “hay que estar en la calle para conseguir las cosas, no alcanza con
resolver los conflictos desde los despachos oficiales”.
Por
su parte, Fabián Pennini, integrante del Espacio Amplio, valoró “la unidad en
la acción y en la diversidad” de todas las expresiones que ese día tomaron sus
banderas y salieron a pelear por la palabra “trabajo”, tan bastardeada a causa
de políticas que tienen claras reminiscencias noventistas y que son
implementadas por las patronales, la complicidad de algunas cúpulas sindicales
y el propio gobierno en todos sus niveles.
Pennini
también hizo referencia a la precarización resultante de la tercerización, y
señaló que de esa manera el trabajo se materializa como “la nueva esclavitud
del siglo XXI”.